La felicidad y la tristeza

Pufff, ¡creo que he elegido un título muy ambicioso para hablaros del cuento hoy! Pero es el que ha salido a la hora de planear esta entrada. Allá vamos, espero que esté a la altura de las expectativas que os ha podido generar.

Vamos a hacer memoria: ¿os acordáis de haber tenido un mal día o de algún día en el que os ha invadido la tristeza? o, tal vez, no sabéis denominar que es lo que os pasa. Es algo raro, por un lado, sabéis que no os pasa nada en realidad – o si, aunque no queráis reconocerlo – y, la verdad, es que vuestro estado de ánimo es bajo, incluso está por los suelos. Bueno, pues de eso habla el cuento del que os quiero hablar. Se titula «Como encender un dragón apagado» de Didier Levy y editado por Libros del Zorro Rojo. ¡Una delicia! Un buen amigo esta triste, en este caso “apagado” ¡el dragón no lanza ni una pequeña humareda! Su amigo -un buen amigo- buscará todo tipo de estrategias para conseguir que su amigo se anime y recupera su llama de fuego. ¿Cómo lo conseguirá? Porque si, al final lo consigue, pues como nos gusta a todos: con cariño, afecto y compañía.

Libros del Zorro Rojo

¿Por qué me gusta contar este cuento a mi hija? La respuesta me la sé, es fácil, fácil. Primero, me gusta mucho la cuidada edición que ha hecho la editorial de este cuento, es una novedad de este año. Segundo: las ilustraciones son francamente bonitas, el empleo de los colores, como se coloca el texto y las diferentes tipografías que se han utilizado en su redacción. Y, por último, ¡ES MUY DIVERTIDO! representa una situación cotidiana: la melancolía o desanimo que nos invade de vez en cuando a todos, independientemente de nuestra edad y es entrañable ver como su amigo emplea distintas tácticas para conseguir devolverle su felicidad y su fuego con mucho sentido del humor evitando caer en la solemnidad y el victimismo. Utilizar la creatividad y diferentes estrategias para resolver problemas no volviendo siempre lo mismo. Cuando lo de siempre no funciona debemos buscar nuevas fórmulas para conseguir resultados y con humor todo es un poquito más fácil.

Yo quiero que mis hijos se preocupen por sus amigos y sus amigos por ellos, que muestren empatía por los que les rodean y sus sentimientos, que sean creativos resolviendo todo tipo de problemas y que muestren su interés y preocupación por los demás. Para conseguirlo tendremos que trabajarlo desde pequeños. Como no podemos dar clases teóricas sobre estos aspectos lo que me he propuesto es utilizar los cuentos que tanto le gustan a TODOS LOS NIÑOS para ir sembrando una semillita que espero germine con el tiempo, despacito para que se agarre y crezca bien, fuerte y sana – lo mismo que mis hijos.

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