Es una pena que tengamos que seguir celebrando este Día, sin duda nos queda camino por recorrer, pero si echamos la vista atrás nos damos cuenta de todos los avances que hemos logrado. Mi madre no hizo ni la mitad de las cosas que yo he hecho casi a la edad a la que ella se fue. Y, mis abuelas no han podido ver los avances que hemos logrado.

Si este Día es una celebración de lo conseguido y un recordatorio del camino que nos queda, tal vez no sea tan malo conmemorarlo año tras año. Sobre todo, para ver que los avances han costado y que no podemos volver a otras épocas así como así.
Como me gustan tanto, tanto los cuentos por sus inmensas posibilidades educativas y porque son un potente recurso motivador para esos locos bajitos que tanto me enseñan día tras día, os traigo una pequeña selección con el que podemos trabajar con ellos este Día.

¿Sabéis que la inventora del abuelo del e-book fue una profesora española? ¿O que el periscopio submarino lo patento otra mujer allá por 1845? En «Inventoras y sus inventos» del que ya os he hablado en alguna ocasión. Nos ayuda a conocer la gran cantidad de inventos creados por mujeres que nos han facilitado la vida. Importante reconocer su contribución a hacer un mundo mejor, lo que no se nombra no existe.

De este otro cuento también os he hablado «La niña de los libros», imaginación y arte se juntan en una bella historia que invita a conocer historias y a no dejar nunca de disfrutar con la vida. Como dice una buena frase: «somos los libros que leemos»

En «Quiero volar» encontramos a una niña que tiene un sueño, volar y su lucha por conseguirlo. Sin ninguna duda, un buen ejemplo para transmitir a los niños, trabajar para conseguir lo que queremos, lo que anhelamos, con esfuerzo y tesón. Al final es como se consiguen las cosas en la vida. La suerte es para quien la trabaja.

Ahora os pregunto, ¿qué tienen en común las princesas y una niña que no lo es? (como la rubia) Pues que todas ellas se tiran pedos, función fisiológica importantísima. Con mucho sentido del humor se revisita la figura y los cuentos clásicos llenos de figuras femeninas demasiado clásicas. «Las princesas también se tiran pedos», verdad verdadera.

«Cuando las niñas vuelan alto» demasiadas piedras en los bolsillos y en los zapatos. Palabras que motivan o limitan. Hace tiempo leí una frase que me dejo pensativa: «Te hacen dalo sin querer o sin quererte» Para reflexionar sobre el lenguaje que usamos con nuestras niñas, por las limitaciones que les podemos transmitir.

Canizales escribió hace ya tiempo «Guapa», con una bruja como protagonista que debe reafirmar que tal y como es, ella está muy bien. Para romper con imposiciones y ataduras que se basan en lo físico y se olvidan de otras facetas de la personalidad quedando en el más absoluto superficialismo. Es genial!!. No olvidéis leer con atención el menú de la comida final que tiene con el ogro.

Uno de los libros más divertidos y que mis hijos, ya más mayores, recuerdan como francamente divertidos, es «Me gusto» de Jamie Lee Curtis. Reivindica la alegría aunque las cosas no salgan como esperábamos, se nos haya caído un diente o no sepamos la lección, poder meter la pata sin que las consecuencias nos abrumen. Gustarnos es un trabajo diario, porque algunos días nos gustamos… regular, regular.

«Algún día» es sin duda los deseos de una madre para su hija, ver como crece, se convierte en mujer y avanza por el camino que ha elegido. ¿Quién no quiere eso para su hija? y para sus hijos también. Es una historia que me emociona y me conmueve a partes iguales. Su autor me tiene más que conquistada, a sus pies Peter H. Reynolds.

Llegamos a una de mis historias favoritas con un título que es una verdadera declaración de intenciones «No soy perfecta», ni lo quiero ser. Expectativas frente a realidad y niveles de autoexigencia excesivos que nos llevan a considerar como fracasos conquistas personales importantes. Como me dijo una de mis profesoras del colegio hace poco. «Lo perfecto es enemigo de lo bueno», (de Voltaire, por si os lo preguntáis)

Ahora uno de los cuentos que durante mucho tiempo la rubia convirtió en su lema de vida «Cuando Ana tiene miedo». La importancia de los amigos, de la gente que nos cuida y nos protege física y emocionalmente. Al final descubrimos que el verdadero valor, la fuerza reside en nosotros, en nuestro interior y nada como gritarlo bien alto. Cada uno que ponga su nombre y diga «…. NO TIENE MIEDO DE NADAAAAA», bueno, aunque algunas cosas un pelín de miedo si den.

Y, para terminar, «Orejas de mariposa» canto al valor de la diferencia, la importancia de ser uno mismo y dar la vuelta a los comentarios de los demás evitando que nos hieran. Difícil, ¿verdad? Historia importante para niños y niñas, grandes y pequeños, porque, a veces, ponemos nuestra felicidad en manos de los demás, olvidando que somos nosotros los que tenemos la llave para llegar hasta ella.
Disfrutadlos y leedlos y, por encima de todo, que sirvan para pasar tiempo y crear recuerdos con los niños y niñas que nos dan más que nosotros a ellos.
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